Experiencia con Dios: Miré al cielo y vi escrito: "El Mesías está en la tierra"


Experiencia con Dios, Miré al cielo y vi escrito: "El Mesias está en la tierra". Nacida católica testifica como fue guiada espiritualmente hacia el Rev. Moon.

Conchita: Mi testimonio personal

Después de una experiencia espiritual increible,  a Conchita se le reveló que el Mesías estaba en la tierra. Años más tarde, fue guiada espiritualmente hasta la iglesia de Unificación. Conchita está sorprendida de sus enseñanzas, contestando a preguntas nunca respondidas con anteriodad.                                                                              
Nací y crecí en un pequeño pueblo rural en el seno de una familia católica tradicional. Los valores de pureza, fidelidad y piedad filial, eran valores comunes para aquel entonces. Pero a medida que iba creciendo, observaba  las contradicciones en las personas que me rodeaban y  las mías propias.

En marcha hacia la capital
Cuando contaba 16 años, mis padres decidieron trasladarse a vivir con toda su prole a la capital. Seguramente, buscando un mejor futuro para sus hijos. Este cambio, marcó profundamente mi vida. Interiormente, me sentía totalmente desorientada y sola y comencé una búsqueda espiritual que duró largos años.

Encontré a un sacerdote católico que me ayudó mucho y que fue mi guía espiritual por varios años. Iba a misa casi a diario y recibía la comunión con frecuencia. Durante una etapa larga de mi vida, sentí a Jesús muy cerca de mí, era como mi guía, mi refugio. No fue hasta mucho más adelante, que tuve la oportunidad de estudiar la Biblia.

Si fuera a resumir mis inquietudes para aquel entonces, eran mi búsqueda de lo espiritual, mi búsqueda de Dios y como o donde iba a ubicarme profesionalmente.

Experiencia espiritual
Decidí comenzar a estudiar Asistente Social (estudios que nunca terminé). Estos estudios, eran impartidos en el Colegio Mayor San Vicente de Paúl de Zaragoza, hacía solamente 3 o 4 años que las monjas los habían importado de un país europeo, se podía decir, que erámos pioneras en ese campo.

Un día al salir de clase, iba por la calle acompañada de dos de mis amigas, de repente, miré al cielo y vi escrito: "El Mesías está en la tierra". Esta experiencia fue impactante para mí, pero no dije nada a nadie por temor a no ser entendida. Tenía entonces 17 o 18 años.

Los interrogantes acerca de Jesús, Dios, la existencia humana, eran muchos,  pero ninguna de las monjas o sacerdotes con quienes consulté me daban respuestas satisfactorias, era muy común escuchar: "Eso es dogma de fe".

Milité en diferentes grupos cristianos, buscaba a Dios y el verdadero sentido de la vida. Participé en el grupo de Acción Católica de mi parroquia, me relacioné con el grupo de Hijas de María. En una ocasión visitamos una congregación de monjes en Taizé al sur de Francia...los jóvenes que asistían eran por miles y de todas partes de Europa, el fenómeno hippie era evidente en muchos países europeos para aquel entonces y su presencia, también era notable en aquel lugar. Creo que había un buen deseo e intención por parte de la mayoría de los jóvenes, pero había mezcla de muchas cosas...

A través de una amiga, conocí un centro cultural regentado por Jesuítas, donde se daban cita muchos jóvenes para participar de cine-forum y otras actividades, era un ambiente muy sano.

Traslado a Barcelona
A los 21 años, me trasladé a Barcelona y continué frecuentando el mismo centro cultural de los Jesuítas. Entre las instalaciones disponibles para socios, había un comedor donde teníamos la oportunidad de compartir y de hacer amistades.

Comencé a trabajar en la telefónica y más adelante, hice una oposición y tuve la oportunidad de trabajar en la Administración. Durante esa época, conocí a gente muy diversa, esto me ayudó a afianzarme más en mi búsqueda interior y a seleccionar el tipo de personas con quienes más me identificaba.

Hice un retiro espiritual llamado Cursillos de Cristiandad, en esta etapa, conocí a gente muy buena y feliz de la cual aprendí mucho. Viendo ahora las cosas a distancia, veo cuánto Dios protegió mi vida y me guió hacia el camino correcto.

Nuevas experiencias
De regreso a Zaragoza, me integré en un grupo de jóvenes cristianos,  llevábamos a la práctica la metodología de JOC. Nuestro líder era también un Jesuita, el cual vivía en una comunidad de sacerdotes de su congregación que se integraron al campo laboral para abogar por los derechos de la clase obrera. Ampliaban su compromiso en el barrio y la parroquia, la asistencia a la eucaristía era muy numerosa.  Para aquella época, estaba  en boga los sacerdotes obreros y la Teología de la Liberación. Fue una etapa rica en relaciones y compromisos, pero siempre había una parte de mí, que no estaba completamente satisfecha.

 En 1975 me casé, ya casada participé en diferentes grupos, asistimos a una dinámica llamada "Encuentros Matrimoniales". Nos reuníamos en grupo y compartíamos con otras parejas. Pero nada de esto caló profundamente en mi.

Encuentro con la Verdad
Durante un viaje que hice a Barcelona, conocí a un misionero. Me sentí inspirada por su sinceridad de corazón. Hablamos poco pero me entregó un folleto,  la foto que mostraba la portada me cautivó, era un matrimonio que parecía asiático. Miré el contenido con detenimiento y observé que ofrecían unas conferencias.  Me pareció interesante y decidí visitarles para ver de que se trataba. En aquel lugar, había una atmósfera espiritual especial era un ambiente de alegría y sentido de familia. Escuchar el Principio Divino, fue como recibir una lluvia de primavera caída del cielo, algo así como recibir una revelación personal. Recibí respuestas a todos los interrogantes que había tenido durante mucho tiempo... pensaba dentro de mi:  ¡Esto es!...¡Esto es lo que he estado buscando durante toda mi vida!...

En este proceso de escuchar, tuve muchas experiencias espirituales, cosa que en el pasado en situaciones similares, nunca había experimentado. Al escuchar el contenido del Principio Divino varias veces, entendí el curso de sufrimiento de Jesús, la posición de su madre María, la verdadera naturaleza de Dios y sobre todo, la personalidad, grandeza y misión del Reverendo Sun Myung Moon.

Tiempo de esperanza y alegría
Después de estudiar y vivir el contenido del Principio Divino, mi vida cambió para siempre. Aunque imperfecta, mi corazón está lleno de gratitud y devoción hacia el Reverendo Moon, quien ha dado a la humanida el gran tesoro del Principio Divino, la revelación dada por Dios en este tiempo, al Reverendo Sun Myung Moon.

Si hay algo que me duele, es no haber conocido mucho antes la Iglesia de Unificación, ya que me hubiera evitado sufrimiento y dolor que eran innecesarios, pero que debido a mis rebeldías y contradicciones, era el camino que Dios ha usado, para guiarme hacia el Rev. Moon. 

La puerta está abierta para todos aquellos que deseen entrar y escuchar. En el silencio, Dios nos puede guiar para que podamos entender quien es la persona central, a través de la cual, Dios está trabajando directamente en este tiempo.

Vea tambien: Preguntas comunes acerca del Movimiento de Unificacion
Testimonios acerca del Reverendo Sun Myung Moon


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