Porqué Jesús vino como Mesias: Cual fue Su Misión

Porqué Jesús vino como Mesias cual fue Su Misión


Sé que mi Redentor vive (Jesucristo), ¿pero se supone que él muriera en la cruz?. Evidencia y estudios muestran que si hubiera sido aceptado, habría construído el Reino de Dios durante su vida en la tierra.

EL MESIAS
SU ADVENIMIENTO Y EL PROPOSITO DE SU SEGUNDA LLEGADA
La palabra "Mesías en hebreo significa "el ungido" queriendo decir concretamente el rey. La gente elegida de Israel creía en la palabra de Dios revelada a través de los profetas, que prometía que Dios les enviaría un rey y salvador. Esas eran sus espectativas mesiánicas. Dios envió al Mesías en la persona de Jesucristo. "Cristo" es la palabra griega para Mesías.

El Mesías debe venir para cumplir el propósito de la providencia de la salvación de Dios. La humanidad necesita la salvación a causa de la caída humana. Por tanto, debemos comprender la caída humana para poder resolver los problemas de la salvación. "La Caida" implica que el propósito de la creación de Dios no fue realizado, así que debemos conocer el propósito de la creacion antes de discutir la Caida humana.

El propósito de la creación de Dios tenía que cumplirse con el establecimiento del Reino de los Cielos sobre la tierra. Debido a la Caida del hombre, se realizó un infierno en la tierra en lugar del Reino de Los Cielos en la tierra. Desde entonces Dios ha obrado en Su providencia con la intención de restaurar el Reino de los Cielos en la tierra. Por consiguiente, como la historia humana es la historia de la providencia de restauración, el propósito de la histopria es restaurar el Reino de los cielos sobre la tierra.



La Providencia de la Salvación a través de la Cruz
1. EL PROPOSITO DEL ADVENIMIENTO DE JESUS COMO MESIAS
El propósito del advenimiento de Jesús como Mesías era salvar completamente al hombre caído, es decir, cumplir la finalidad de la providencia de la restauración. Por consiguiente, el Reino de los Cielos sobre la tierra debería haber sido establecido por Jesús. Podemos comprobar esto por lo que Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros, pues, sed perfectos, como es perfecto vuestro Padre Celestial» (Mt. 5 :48).

De acuerdo con los Principios de la Creación, ya que un hombre que ha cumplido el propósito de la creación forma un solo cuerpo con Dios y posee divinidad, no puede cometer pecados. Esta clase de hombre, considerado según el propósito de la creación, es perfecto como el Padre Celestial es perfecto. Por lo tanto, lo que Jesús dijo a sus discípulos fue que ellos debían llegar a ser ciudadanos del Reino Celestial, después de haber sido restaurados como hombres que han cumplido el propósito de la creación.

Como Jesús vino con el propósito de establecer el Reino de los Cielos sobre la tierra, restaurando a los hombres caídos como ciudadanos del Reino Celestial, les dijo a sus discípulos que orasen para que la voluntad de Dios fuera hecha en la tierra así como en el cielo (Mt. 6:10). El también exhortó a la gente que se arrepintiera, porque el Reino de los Cielos estaba cerca (Mt. 4:17). Por la misma razón, Juan el Bautista, que había venido para preparar el camino delante del Señor, también anunció la llegada inminente del Reino de los Cielos (Mt. 3:2).

¿Cómo sería, entonces, el hombre que llegara a ser perfecto como el Padre Celestial es perfecto, habiéndose restaurado como el hombre que ha cumplido el propósito de la creación? Semejante hombre formaría un solo cuerpo con Dios, no se separaría nunca de El y sintiendo como propio el corazón de Dios, poseería divinidad. Este hombre no necesita redención o un salvador, ni necesita llevar la vida de oración y fe requerida para los hombres caídos, debido a que no tiene pecado original. No sólo eso, sino que este hombre, estando libre del pecado original, multiplicaría hijos del bien sin pecado original; a consecuencia de esto, sus hijos no necesitarían un salvador para la redención de sus pecados.

2. ¿FUE REALIZADA LA PROVIDENCIA DE LA SALVACION A TRAVES DE LA REDENCION POR LA CRUZ?
¿Se habrá completado, entonces, la finalidad de la providencia de la salvación a través de la redención de Jesús en la cruz, estableciéndose el Reino de los Cielos en la tierra, por haber restaurado los creyentes su naturaleza original?.

Desde que comenzó la historia humana no ha habido un solo hombre, a pesar de que haya habido santos muy fervientes, que haya vivido una vida en completa unidad con Dios. Ni una sola persona ha experimentado el corazón y los sentimientos de Dios, ni nadie ha poseído Su misma divinidad. Por consiguiente, no ha habido aún ningún santo que no necesitara de la redención del pecado y una vida de oración y fe. Incluso un hombre tan brillante como Pablo, estaba obligado a llevar una vida de fe y de oraciones con lágrimas (Rm. 7:18-25). Además, por más devotos que sean los padres, no pueden dar nacimiento a hijos sin pecado que pueda ir al Reino de los Cielos, sin la redención del Salvador. Según esto, vemos que los padres están todavía transmitiendo el pecado original a sus hijos.

¿Qué nos enseña la realidad de la vida de fe del cristiano? Nos indica claramente que la redención a través de la cruz no pudo eliminar completamente nuestro pecado original y que por lo tanto no pudo restaurar completamente al hombre a su posición original. Jesús prometió que el Señor volvería, debido a que Jesús sabía que no pudo cumplir el propósito de su venida como el Mesías a través de la redención por la cruz. Cristo tiene que venir de nuevo para cumplir perfectamente la voluntad de Dios, porque la predestinación de Dios de la restauración del Reino de los Cielos sobre la tierra es absoluta e incambiable.

¿Fue en vano, entonces, su sacrificio en la cruz? En absoluto (Jn. 3:16). Si hubiera sido así, no habría existido la historia cristiana. Aún por nuestras propias experiencias de la vida de fe, no podríamos nunca negar la magnitud de la gracia de la redención por la cruz. Si bien es cierto que nuestra fe en la cruz puede traernos la redención, es igualmente cierto que la redención por la cruz no ha podido eliminar nuestro pecado original y restaurarnos como hombres de naturaleza original que no pueden pecar; así, no ha sido posible establecer el Reino de los Cielos sobre la tierra.

Entonces surge la cuestión sobre qué grado de redención obtenemos a través de la cruz. La fe de los intelectuales hombres modernos no puede ser orientada a menos que resolvamos este problema. Para ello, primero hay que aclarar la cuestión de la muerte de Jesús Cristo en la cruz.

3. LA CRUCIFIXION DE JESUS
Examinemos en primer lugar desde el punto de vista de las palabras y acciones de los discípulos, relatadas en la Biblia, si la crucifixión de Jesús fue legítima. Había un sentimiento común evidente entre los discípulos en relación con la muerte de Jesús. Estaban doloridos y angustiados por la muerte de Jesús. Estaban indignados por la ignorancia e incredulidad del pueblo judío que causó la crucifixión de Jesús. (Hch. 7:51-53). No sólo ellos, sino que desde entonces los cristianos también han mantenido los mismos sentimientos. Si la muerte de Jesús hubiera sido la consecuencia natural de la predestinación de Dios, no habría motivo para que los discípulos la condenaran, aunque fuera inevitable que se apenaran por su muerte. Según esto, podemos asegurar que fue algo injusto e indebido que Jesús tuviera que tomar el sendero de la muerte.

A continuación, investiguemos según el punto de vista de la providencia de Dios, si la crucifixión de Jesús fue efectivamente un resultado natural de la predestinación de Dios. Dios llamó al pueblo escogido de Israel, los descendientes de Abraham; El los educó y los protegió, y a veces los conducía a través de la disciplina de pruebas y penalidades. El los consolaba mandando a profetas, prometiéndoles firmemente que en el futuro mandaría un Mesías. El hizo que el pueblo construyera tabernáculos y templos como preparación para el Mesías. El mandó a los Reyes Magos de Oriente, así como a Simón, Ana, Juan Bautista y a otros, para dar amplio testimonio del nacimiento y la aparición del Mesías.

Especialmente sobre el nacimiento de Juan Bautista, todos los judíos sabían que el ángel se apareció para anunciar su concepción (Lc. 1:13); y los signos que ocurrieron en el tiempo de su nacimiento conmovieron a toda Judea en expectación (Lc. 1:63-66). Además sus prácticas ascéticas en el desierto causaron una impresión tal que el pueblo judío se preguntaba en sus corazones si quizás él era el Cristo (Lc. 3:15). Demás está decir que Dios mandó a un hombre tan grande como Juan Bautista para dar testimonio de Jesús como el Mesías, para que así el pueblo judío creyera en Jesús. Ya que la voluntad de Dios era que los israelitas creyeran que Jesús era el Mesías, los israelitas, quienes debían vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, deberían haber creído en él como el Mesías. Si hubieran creído en Jesús como el Mesías, conforme a la voluntad de Dios, ¿cómo podrían haberlo crucificado, después de haberle estado esperando durante tanto tiempo? Los israelitas lo crucificaron porque, en contra de la voluntad de Dios, no creyeron que Jesús era el Mesías. Por consiguiente, debemos darnos cuenta que Jesús no vino para ir por el camino de la muerte en la cruz.
Por favor, siga leyendo

Nuevas Revelaciones transformarán el mundo:
Capitulo 1. El Principio de la Creación
Capítulo 2. La Caída Humana
Capítulo 3. La Consumación de la historia Humana
Capítulo 4. La Llegada del Mesías
Capítulo 5. Resurreccion
Capítulo 6. Predestinación
Capítulo 7. Cristología
Vea también: Mensaje de Jesús acerca del Rev. Moon
Testimonio personal: Jesús me guió hacia el Rev. Moon - (0 comments)
Sun Myung Moon - (0 comments)
























































































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