Oraciones: Una vida entera de conversación con nuestro Padre Celestial

 Por favor, permítanos presentarnos ante usted con un corazón como el de Jesús
Sun Myung Moon 
17 de julio de 1960
Oraciones: Una vida entera de conversación con nuestro Padre Celestial

¡Padre! Cuán frustrado, triste, apesadumbrado y dolorido debió haber estado el corazón de Jesús, quien, mientras miraba los últimos días de Israel, en donde habías trabajado durante 4.000 años para guiarles,  no podía decir palabras de cumplimiento a aquella gente y no podía dejar de decir palabras de lamento.

¡Padre! Sabemos que la frustración del cielo llenó todo su ser, lo más íntimo del corazón de Jesús, al ver las muchas personas que estaban luchando al borde de la muerte, cuando no escucharon a pesar de que él les aconsejaba y cuando las ignorantes multitudes no eran capaces de ser iluminadas a pesar de que él trató de iluminarles.  Sabemos que cuánto más lleno de frustración estaba, más su mente quería resentirse por esta tierra. Pero no había nadie en la tierra que conociera el corazón de Cristo, que lo ocultó y perseveró.

 Hemos llegado a comprender que se trataba de un duelo histórico que, mientras asistía a la majestad sagrada de Cristo quien trabajó tanto, como un hermano y como un padre, para ser pionero de su curso solitario, y llegando a ser uno con él, no lloramos cuando Jesucristo estaba llorando, o pasamos hambre cuando él estaba pasando hambre o no estabamos vestidos pobremente cuando él estaba vestido pobremente, o golpeados cuando él fue golpeado, o expulsados ​​cuando él fue expulsado, que , al encontrar la fundación de corazón ahora, son capaces de mantener y abrazar el carácter interno de Cristo, y que, al convertirse en amigos de corazón capaces de comunicarse con sus circunstancias, son capaces de correr hacia el monte del Calvario en lugar de Jesús .

Deseamos y anhelamos ardientemente, Padre, que nos permita experimentar y sentir profundamente que si somos hijos e hijas así, somos amigos de Cristo, y personas que asisten al hijo del cielo yendo más allá de la historia. Jesús vino a esta tierra y derramó lágrimas innumerables, pero nadie sabía esto, y con un corazón afligido, derramando lágrimas amargas, apeló al cielo, pero no había nadie que supiera eso, tampoco.

Padre, hoy le damos gracias por habernos entrenado, guiando a los creyentes de la Unificación poniéndonos en posiciones lamentables.

Le damos las gracias por habernos unido en medio del hambre. Padre, por favor, permítanos llegar a ser hijos e hijas que están preocupados por la Voluntad, incluso si  vestimos pobremente, y quienes se preocupan por usted, incluso si son golpeados.

Sabemos que este es Su deseo, Padre, y es Su Voluntad establecer ese tipo de personas de las cuales usted pueda vanagloriarse ante este pueblo. Ahora  debido a que ha llegado el momento de cumplir con la misión de encontrar y establecer personas así, por favor, no seamos cobardes, mientras confrontamos esta misión, y por favor no nos permita vacilar  mientras confrontamos esta misión. Con fervor deseando que nos permita convertirnos en hijos e hijas que son capaces de dejar resultados ante usted, dando todo el amor y la sinceridad que tenemos y que son dignos de ser recordados en Su corazón.

Oramos humildemente en el nombre del Señor, Amén.

Es una traducción del inglés

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